La madera es una materia prima totalmente natural, heterogénea, anisótropa e higroscópica que procede del tronco, ramas y raíces de los árboles. La heterogeneidad y anisotropía son producto de su constitución, de su propia naturaleza, ya que sus células pueden tener formas muy variables. La higroscopicidad es una propiedad de la madera por la cual ésta puede absorber y expulsar la humedad según las circunstancias ambientales que la rodeen. Cada trozo de madera tomada de un mismo árbol es diferente. Puede tener la misma resistencia y color, pero no tiene la misma disposición de grano. Es esta diversidad de características - resistencia, color, olor, flexibilidad etc. - lo que le procura un atractivo especial. Cada tronco de madera supone un extraordinario reto para las habilidades de quien la trabaja. Solamente se pueden apreciar en su totalidad las propiedades de la madera manipulándola y experimentando el modo en el que se comporta.
Desde tiempos inmemoriales la madera ha supuesto un material útil e imprescindible para las diferentes culturas y civilizaciones, desde Oriente hasta Occidente.
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